Sábado, 6 de junio de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, quiero recordarles a los dos discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24:13-35) cuando les estaba explicando las referencias de las Escrituras sobre Mí. Más tarde, partí el pan para ellos y desaparecí cuando Me reconocieron en la fracción del pan. Exclamaron: ‘¿No ardían nuestros corazones cuando Jesús nos explicaba las Escrituras?’. Este mismo sentimiento de un amor ardiente por estar conmigo todo el tiempo es lo que deseo de todos Mis discípulos. Saben cuánto los amo al morir por ustedes, y sé cuánto Me aman por sus buenas acciones. Aquellos que aprecian Mi Presencia Real en Mi Hostia de Mi tabernáculo, Me visitan para sus horas santas. Mis adoradores de Mi Eucaristía también tienen corazones ardientes por Mí, y Me dan alabanzas y adoración. Asegúrense de que su Adoración, Misas y oraciones diarias sean su preparación para el cielo cuando estarán cantando Mis alabanzas constantemente con todos los santos y ángeles. Alcancen a salvar almas siempre, e inspiren a todos los que puedan a amarme en Mi Eucaristía como Me aman tanto.”