miércoles, 15 de abril de 1998

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos, los amo, y les pido que depositen toda su confianza en Mí. Cuando tienen un problema, una dificultad o una enfermedad, fácilmente olvidan Mi AMOR, y piensan que Yo y Mi Hijo Jesús estamos lejos de ustedes. ¡No es verdad! Abran sus corazones y verán cómo estamos juntos y al lado de cada uno de ustedes.

Mis hijos, en sus dificultades, ¡llámenme! No intenten resolver sus problemas solos. Llámenme, y verán cuánto más fácil será resolverlos.

Todavía necesito sus oraciones para salvar a los pecadores. El mundo está tan lleno de corrupción, pecado, muerte y violencia, y Mi Corazón espera ansiosamente el día en que todos serán liberados del mal, con la VICTORIA de Mi Inmaculado Corazón.

Para esto, Mis hijos, ¡recen! ¡recen mucho! ¡recen por Mis Planes! (pausa) Estoy con ustedes, y que el Rosario esté siempre en sus manos, como una señal para Satanás de que son Míos, y que Me pertenecen.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.