Domingo, 22 de septiembre de 2002

San Tomás de Aquino viene. Se inclina hacia mí diciendo: "Alabado sea Jesús, siempre presente en tu pequeño corazón cuando abrazas el Amor Santo."

"He venido una vez más para discutir contigo la diferencia entre la esperanza y la presunción."

"La virtud de la esperanza procede de un corazón lleno de Amor Santo, Humildad Santa y Confianza Santa. Tal corazón es capaz de esperar basándose en la fe de que Dios desea solo lo mejor para él."

"La presunción se basa en el orgullo. El alma presuntuosa considera todas las cosas a través de los ojos del amor propio desordenado. Puede presumir que será salvado incluso aunque lleve una vida pecaminosa sin arrepentimiento. Cree que recibirá la salvación en sus propios términos, no en los términos de Dios. Tal alma confía solo en sí mismo y no hace ninguna concesión a la Voluntad de Dios."

"Hay quienes en el mundo hoy--de hecho en lugares prominentes--creen que tienen ciertas virtudes o incluso ciertos dones del Espíritu Santo. Pero, una vez más te digo que aquello que no se basa en la humildad del corazón es la falsificación de Satanás."