sábado, 25 de octubre de 2025

Estad en Alegría, Regocijaos, porque el Cielo Desciende, Que Encenderá la Tierra en Sus Tribunales, ¡y Aparecerá una Nueva Tierra Toda de Fuego e Intoxicación!

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 22 de octubre de 2025

[EL SEÑOR] Un día, los hombres se despertarán y llorarán por sus iniquidades; ese día está cerca, y en muchos hombres sobre esta Tierra quemará la cizaña que en estos tiempos de apostasía invade sus corazones.

Yo soy el Señor, el Que Es, fue y será, el Que desde toda Eternidad cuida Mi Creación. En estos tiempos apocalípticos, en estos tiempos de gran lucha, vengo a traer a los hombres, por medio de Mis profetas, Mi Presencia de amor.

Hijos, no neguéis el Fuego que desciende para hacer brillar vuestras almas con Mi Presencia y llevar el Fuego de Mi Cielo a vuestros corazones. En silencio, lejos del mundo, os traigo el maná de Mi Espíritu Santo de amor, para que vuestras almas sean purificadas y, por medio de esta purificación, cada uno de vosotros suba los escalones del Palacio e ingrese Mis tribunales a ser fortalecidos y renovados, y lleve en sí la Sello de Mi amor.

Hijos de estos tiempos, de estos tiempos turbulentos, de estos tiempos sin dirección, cuando el infierno invade los corazones para dispersar Mis hijos y hacerlos caer, no escuchéis ni al mundo ni a las palabras del mundo, sino venid y refugiaos bajo Mi manto. Os traeré Mi Río de vida, os alimentaré con Mi Palabra, que es eterna y llevará en vosotros la fuente de Agua Viva de Mi Corazón traspasado, para cubrir vuestras almas con Mi Fuego y marcaros con Mi Sello.

Apartaos de las palabras del mundo e ingresad al silencio donde os espero para derramar en vosotros el Agua Viva de Mi Corazón y el Fuego Ardiente de Mi Palabra de Vida. Estoy a vuestro lado, colocando vuestros pasos en Mis huellas para que caminéis rectos y vuestros pies no tropiecen con las piedras que son las pruebas del camino. En Mí, conmigo, no caeréis, sino que venceréis! Cerrad los oídos a las palabras del mundo, que solo son palabras sin vida, sin dirección, sin grandeza, sin esplendor! Os he preparado la comida que es Mi Palabra de Verdad y os invito a Mi mesa para que seáis fortalecidos e ingresen en Mi Morada.

Oh Mis amados hijos, Mis pequeños, Mis flores de espino blanco, vengo a regar vuestros canteros y traer dentro de vosotros la Flor del nuevo Amanecer que desciende y os transportará a Mis tribunales. Vengo a colocar Mi Palabra de Verdad en el silencio de vuestros corazones. Vengo a injertaros la pureza de Mi Sangre Divina, para que seáis purificados y llevéis el Fruto de Vida que soy dentro de vosotros.

El nuevo Amanecer está llegando, descendiendo desde Mi Cielo de Gloria para sembrar la Tierra con la Viña del Cielo. Embelleceré vuestros canteros con Mi Presencia, traeré Mi Fuego dentro de vosotros y arderéis en Mi Viento, que os traerá el éxtasis y alegría del nuevo Tiempo que viene. Seréis llevados y, en el Viento de Mi Espíritu, viviréis el Nuevo Amanecer.

Hijos míos, yo soy el Fuego que desciende del Cielo, y toda la paja será quemada. No habrá más mal, no habrá más mentiras; el Viento que sopla purificará vuestros hogares y barrerá de vuestros corazones iniquidad, mentiras e impureza. Nuevos tiempos están llegando, hijos, son tiempos de Fuego! Los que no entren en Mis atrios no podrán soportarlo, porque no vienen de Mí, ellos que niegan Mi Ley del amor.

¡Oh hijos de estos tiempos, alegraos vuestros corazones, inflamaos los ojos con el Sol de Mi Corazón! Vengo a vosotros, voy hacia vosotros, para traeros embriaguez e invitaros al Banquete Nupcial del Cordero que soy. Alegraos, exultaos; el Cielo está descendiendo y encenderá la Tierra en Sus atrios, ¡y aparecerá una nueva Tierra, toda Fuego y embriaguez!

¡Alegraos! Yo Soy está con vosotros y en vosotros, y en vuestros hogares trae fuego, el Fuego del Cielo que abraza e incendia, el Fuego del Cielo que trae el Amanecer de la nueva Tierra, Tierra de Fuego, Tierra de exaltación, Tierra de alegría, Tierra de compartir, Tierra de amor.

Hijos míos, en el Viviente venid y poned cada uno vuestros hogares para que del Fuego de Mi Corazón os traiga la alegría y el divino Perfume de amor del Padre de Toda Gloria. Entrad en gozo, el gozo que es camino al Cielo, el gozo que es Esperanza y Salvación; ¡y el fuego salvador llenará vuestros corazones! Hijos míos, Yo Soy está con vosotros, en vosotros pongo Mis pasos y os traigo Mi Morada. Abrid vuestros corazones a los nuevos tiempos que vienen, ¡y la Tierra arderá con el divino Aroma de Mi Corazón abierto para vosotros por Eternidad, y os traerá la Sangre del Vino que purifica e infunde bálsamo en las almas y aviva los espíritus!

Venid, hijos míos, a Mi Divino Corazón; vosotros sois la vid, ¡yo soy el Viñador!

[Más tarde]

[EL SEÑOR] No temáis al rebaño, solo durará un tiempo y su tiempo es limitado; ya las horas lo están disolviendo y se está marchitando porque la Victoria viene.

El sacrificio lleva la perla, ¡y la perla, de Fuego, fulge e inflama!

La discreta alegría en vuestros hogares llevará la llama, y todos los demonios huirán y perecerán. El Cielo levanta el velo; sopla el Viento, se aviva el espíritu, ¡y las almas vuelan a Mi Sol de Fuego! Haced que cada uno de vuestros corazones sea un brasero ardiente de amor, ¡y haré de cada uno de vuestros corazones Mi Morada, y os traeré Mi embriaguez; exultaréis vosotros en Mí y Yo en vosotros!

Del Cielo desciende Fuego, ¡Fuego ardiendo con amor, Fuego de gozo interior, Fuego que prende, inflama y vuela!

Un día vendrán los hombres y se alegrarán por Mi Palabra dada, por Mi Palabra dada. Vengo a levantar la multitud y traerle embriaguez, para que del Cielo nazca de nuevo y se transforme en un barco ebrio.

Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr