lunes, 16 de septiembre de 2013

La Nueva Jerusalén se ha completado.

- Mensaje nº 273 -

Hija mía. Mi querido hijo. Disfruta del tiempo, porque pronto todo será diferente.

Hijos Míos. Hijos míos tan amados por Mí. Preparaos, porque el Cielo está listo para vosotros. La Nueva Jerusalén está terminada y las llaves de la misma pronto serán entregadas a Mi Hijo. Dios Padre se alegra de veros a todos preparándoos para este maravilloso día, pero también mira con ansiedad a aquellos de vosotros que aún no os habéis dado cuenta de lo que está sucediendo en este momento, y especialmente aquellos de vosotros que estáis cayendo en las trampas de la bestia, siguiéndole y corriendo así en la dirección equivocada, es decir, hacia la bestia y lejos del Padre, le estáis causando a Él, el Señor Todopoderoso, mucha preocupación.

Tan inminente es la redención de todos Sus hijos del pecado , y sin embargo tantos de Sus hijos no ven los tiempos en que viven. No creen en la Santa Palabra de su Padre, dada a través de Nosotros a todos los hijos videntes, y se pierden en el laberinto del mal y arriesgan su salvación y salvación, porque si no se arrepienten, se arrepienten y encuentran a Jesús, no podrán entrar en este reino milenario de paz que el Padre os profetizó hace tanto tiempo.

Hijos míos. ¡Volveos! Encontrad el camino hacia el Padre y el Hijo, pues sólo así participaréis en esta era de paz. Veréis crecer a vuestros hijos en la felicidad y la alegría, y se les concederá el verdadero amor. Formarán matrimonios de amor, y sus hijos serán verdaderos hijos de Dios. No habrá más pecado, y vuestras generaciones en crecimiento serán santas, es decir, vivirán como el Señor Dios, Nuestro Padre, ha querido para Nosotros/vosotros desde el principio, y no habrá tentación ni seducción en estos mil años.

Así que preparaos, hijos Míos, porque grande es la alegría del Cielo, pues pronto el demonio dejará de existir, pues el Nuevo Mundo descenderá y será puro. Levantaos y preparaos. Porque así será.

Vuestra Madre que os ama en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.