Mis amados hijos:
MI BENDICIÓN ES PARA TODOS, UNA FUENTE DE AMOR, PAZ Y SABIDURÍA.
MI PROTECCIÓN ESTÁ IMPLÍCITA EN CADA BENDICIÓN QUE OS OTORGO.
Mis amados, debéis mantener la fe en Mi Misericordia y ver cada nuevo amanecer como una nueva oportunidad para emprender el camino de conversión y así permanecer cerca de mí (cf. Rom. 12:2), sin olvidar cumplir mi Voluntad, recibiéndome cada día en mi Cuerpo y Sangre.
Cada uno debe ser más consciente de lo que significa dar pasos hacia la vida eterna, de lo que significa sumergirse en Mi Amor; lo cual es muy diferente a decir “amo a un hermano, le perdono”, y siempre aferrándose a aquello que no permite el verdadero perdón, sino un perdón disfrazado, condicional.
AÚN VIVÍS ESPERANDO QUE LOS DÍAS CAMBIEN O NO ESPIRITUALMENTE.
LAS FECHAS OS CONFUNDIRÁN Y LLEVARÁN A PERDER VUESTRA FE.
Insisto en que cambiéis espiritualmente, porque quienes cambian espiritualmente cambian en todos los aspectos de la vida. La mejora espiritual os lleva a realizar un cambio radical para convertiros en mejores seres humanos, mejores hermanos, mejores hijos, mejores miembros de la sociedad, mejores trabajadores, mejores compañeros, porque el espíritu comienza a gobernar sobre los instintos humanos que dominan al “ego” (Cf. Gal. 5:16-26). No es que el ego sea malo, pequeños míos, pero debéis eliminar toda la contaminación con la cual el ego humano se ha permitido crecer, alimentándose de “soy, quiero, mando, YO, YO.”
Debes dar el primer paso, hijos míos, y ser más benevolentes, sin causar miedo a tus semejantes ni ser motivo de que te desprecien por tu orgullo o seas indeseado por ser presumido; sino que debéis ser dóciles, amables, cooperativos e intentar dar lo mejor de vosotros mismos a vuestros semejantes. Solo así lograrás parecerte a Mí. Dejad atrás las cosas mundanas y sed verdaderos (cf. Mt. 11:29-30).
Hijos míos, vivir juntos se volverá cada vez más difícil: aquellos que no me aman persiguen a mis sacerdotes; les están quitando la vida porque son fieles a Mí y porque son los hijos amados de Mi Santísima Madre. Mis hijos laicos están siendo cruelmente asesinados; es la persecución que ha comenzado e irá en aumento mientras elite del mundo toma más poder.
Sed fieles a la Tradición de mi Iglesia, sed criaturas de fe y seguid amando sin vacilar, mirando hacia Mí para no caer en tentación o ser presa del miedo con que el Diablo desea intimidaros.
Hijos, os tienen en suspenso con la guerra; esto ocurrirá ante una gran temeridad.
SABÉIS QUE LA ORACIÓN LOGRA MILAGROS CUANDO SE REALIZA CON AMOR, FE, DEVOCIÓN Y DESDE EL CORAZÓN (Cf. Lk. 18:1-8).
NECESITÁIS SER ALMAS QUE OREN Y SE UNAN A LA CADENA DE OROACIÓN DE CUARENTA DÍAS.
Los terremotos continúan sacudiendo la Tierra en diversos lugares, causando que el suelo se abra, los mares se agiten y los volcanes entren en erupción, como ya había sido anunciado.
Preparaos para enfrentar un frío extremo e intensas nevadas en países donde está llegando el invierno, y en aquellos donde no solía hacer tanto frío, sufriréis del frío.
Mis amados, sufren la influencia del cometa que mantiene la atención de quienes no tienen acceso a información real porque están fuera del liderazgo mundial, y las naciones que dirigen parte de la humanidad mantienen en secreto los detalles sobre el cometa y quieren sorprenderos.
La purificación viene hacia vosotros, y al mismo tiempo os envío grandes bendiciones.
TENER LA GRACIA DE DECIDIR POR MI CASA MULTIPLICARÁ VUESTRA FE, ASÍ QUE SERÉIS FORTALECIDOS POR MI ESPÍRITU SANTO Y VUESTRA FE AUMENTARÁ.
VERÁS A MIS ÁNGELES COMO UNA SEÑAL DE QUE NO ESTÁS SOLO. MI MADRE APARECERÁ DE TAL MANERA QUE NO PODRÁS CONFUNDIRLA CON ALGO CREADO POR EL HOMBRE.
No pierdas la fe. ¡Los que me aman saben lo que significa ser mis hijos ante todo!
Ven a mí y ama a mi Madre. Ella no te abandonará.
Te amo y te bendigo.
Cristo, Rey del Universo
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO
COMENTARIO DE LUZ DE MARÍA
Hermanos y hermanas:
Nuestro Señor Jesucristo, como Rey del Universo, nos dice que el sufrimiento de la humanidad es grande, pero no solo porque los eventos naturales que enfrentaremos son grandes, sino también porque somos criaturas de Dios, parte de una sociedad turbulenta que ha olvidado a Dios.
Tenemos una oportunidad entre muchas que se nos han dado: “cuarenta días de oración” para suplicar, si es la Voluntad de Dios, que los terremotos y tsunamis no sean tan severos.
Nuestro Señor me permitió tener una visión:
En la visión, me mostró cuán fuertes serán los eventos venideros y cómo podemos mitigar su impacto con un cambio de vida y oración.
Vi a tantos que están perdidos porque eligen al mal como guía y deciden seguir siendo los mismos sin importarles perder sus almas, pero también vi a muchos hermanos que, en el momento de los eventos, buscan reconciliarse con nuestro Señor y se salvan.
Vi cómo el mal sabe que le queda poco tiempo y en ese poco tiempo hará lo que no ha hecho hasta ahora: cosas terribles contra los seres humanos.
Vi cuánto de lo que está sucediendo se oculta a la humanidad, cómo somos presa de un poder terrenal que cree poseer a la humanidad, tanto así que infiltra todo: educación, trabajos, descubrimientos. Ordenan el silencio de cualquier cosa que no les convenga, infiltran la Iglesia Católica, dirigen guerras y nos llevan al precipicio porque se han propuesto quitar a Dios como centro de la vida humana.
Miré la fuerza de los terremotos, la humanidad inmersa en las celebraciones navideñas y es tomada por sorpresa sin darle tiempo para nada.
Hermanos, hemos sido llamados a la Cadena de Oración, que os invito a abrazar con el alma y con verdad para ser escuchados. Si la humanidad orara como en Nínive, el resultado de esa oración sería diferente.
Unidos a la Santísima Trinidad y Nuestra Bendita Madre, unidos a San Miguel Arcángel, San Rafael Arcángel y San Gabriel Arcángel, atendamos al Llamado a la Cadena de Oración del Padre Celestial y seamos criaturas en las que el amor sea el centro de nuestro trabajo y acciones.
Amén.