Queridos hijos. Mañana volveré con la Santísima Virgen y con Santa Marina para hablarles y bendecirlos.
Recen, estos días son días de grandes gracias que el Todopoderoso les da.
Con la oración recibirán grandes tesoros de la bondad Divina.
Con la oración saldrán de aquí más enriquecidos con las bendiciones del Cielo.
Deben rezar para que puedan salir de verdad de aquí transformados y con sus sentimientos y su voluntad convertidos a Dios.
Recen. Mi Corazón está respondiendo a sus oraciones y les ayudará a alcanzar la verdadera conversión".