Mis hijos, continúen usando la Santa Medalla de la Paz con confianza y devoción, a pesar del diablo y del mundo. ¡Sigan rezando el Rosario de la Paz todos los días! También recen los otros Rosarios que les enseñé a diario. Oren todos los Rosarios que puedan y sepan rezar. Ofrezcan novenas, para que pueda ofrecer todo al Señor, con el fin de obtener de Él, Misericordia. ¡No dejen de rezar por los Estados Unidos! Sigan orando y pidiendo la conversión de esa Nación. (pausa) Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.