¡Mis hijos, yo soy la Madre que los ama! Este es el tiempo en que deben buscar en cada rincón del corazón, y limpiarlo con oración, pequeños sacrificios y gestos de amor para mi Hijo. Jesús quiere purificar sus corazones para que no quede nada que no venga del cielo.
Mis hijos, a medida que continúo apareciendo este año en la tierra, el Espíritu Santo actúa en el corazón que lo desea. ¡Pónganse en Mis Manos para ser el morada y el horno del Espíritu Santo!
Sigan orando sin descanso, porque Mi AMOR por ustedes nunca descansará. Les dejo Mi Paz".