miércoles, 26 de abril de 2000
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Maceió, Alagoas, Brasil

¡La paz esté con vosotros!
Queridos hijos, como vuestra Madre os digo que viváis mis llamados, porque ellos conducen a cada uno de vosotros al Señor. Si sois fieles, entonces el Señor os bendecirá, ayudándoos en vuestro camino.
¡Ánimo! Estoy con vosotros. Sed siempre unidos y obedientes. Una vez más os digo que Dios os creó libres. Usad esta libertad para el bien y no para el mal. Amo a cada uno de vosotros aquí y os miro con mi mirada maternal que siempre os acompaña.
Hoy, os doy una bendición especial. Como Madre os hablo y como hijos, obedecedme, porque lo que os digo es para vuestro propio bien. Ayudad en la obra del Señor. El Señor quiere más organización y dedicación de vosotros. Acercaos al Sagrado Corazón de Jesús y Él os iluminará. A todos mi bendición celestial: en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!
Oh, amadísimo Jesús, deseamos hacer tu voluntad. Estad con nosotros siempre y defendednos contra todo mal. Oh, Jesús, amamos, adoramos y glorificamos tu nombre. Sed nuestra fuerza y nuestra luz. Que vuestra paz esté siempre en mi corazón. Sálvame, sálvame, sálvame, así como a toda mi familia. Mi corazón es vuestro, ahora y para siempre. ¡Amén!
Que cada miembro del grupo esté comprometido con el servicio y el amor al prójimo. Haced caridad, mucha caridad. Vuestros hermanos y hermanas más necesitados están esperando vuestra ayuda. Obras de amor y caridad es lo que deseo de todos vosotros. De esta manera, cada uno de vosotros comprenderá el gran valor de entregarse por su hermano, como lo hizo mi Hijo Jesús.