domingo, 11 de junio de 1995

Domingo, 11 de junio de 1995

Mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Nuestra Señora viene como Nuestra Señora de Guadalupe. Ella dice: "Alabado sea Jesús, Mi mensajera, Mi ángel. Y así es, otro mes ha pasado en el tiempo, y los corazones continúan en su elección del mal sobre el bien. La Temporada de Tribulación progresa en el tiempo y en severidad. El ladrón está en el santuario vestido con compromisos. La oscuridad se está extendiendo, presentándose como libertad y luz. Cuando la purificación de Dios llegue no habrá tiempo para elegir. Los corazones que no pudieron decidirse por el bien serán juzgados en su indecisión. Porque en ese momento cada oportunidad y gracia habrá sido dada para la salvación de cada uno. Mi Corazón habrá agotado cada esfuerzo, Mi Manto habrá sido ofrecido a todos. Así que ves con qué urgencia te llamo hoy y cómo Mis brazos esperan envolver al alma más distante. Algunos miran hacia la venida de Mi Hijo como si el camino estuviera despejado para ellos, cuando todo el tiempo entregan el presente al mal. Los Mandamientos del Padre ya no se consideran medidas de comportamiento."

"Tú sabes todo esto, Mi hija. Ha sido necesario llevarte por el camino de muchas, muchas pruebas - tanto interiores como exteriores - para que pudiera fortalecer y moldear Mi ministerio como Jesús desea. Y ahora, te digo, Nos estamos preparando para avanzar. Debes rezar mucho por una fe fuerte. Porque lo que está por delante es una ola gigante de críticas, incredulidad y mentiras. Mi ministerio no sucumbirá. Resistirás si rezas mucho y permaneces en Mi Corazón. Te digo estas cosas, como una Madre advierte a Su hija, de las tribulaciones que están por delante. Te entristecerás por aquellos que se vuelven contra ti - tal como Yo lo hago. Pero siempre tendrás el apoyo de un cierto número que serán iluminados para ver la fuente de estas pruebas. Mucho bien se logrará en poco tiempo. Por lo tanto, no te centres en las pruebas para las que te preparo, sino en la misión victoriosa que tienes entre manos. RendeMe el favor de tu sumisión a la cruz y a la victoria. Mi talón es tu Santo Amor y tu respuesta a Mi llamada." Ella se va.