lunes, 18 de agosto de 2014

El Llamado de Jesús Sacramentado a la Humanidad. el Santuario de «Jesús Caído». Girardota, Antioquia.

¡Ven y No Tengas Miedo, Cuéntame y Háblame, Porque Te Estoy Esperando para Darte Mi Paz y Consuelo!

Hijos míos, mi paz sea con vosotros

Yo soy el Cristo demacrado que os espera con amor por todos Sus hijos; venid, alabadme, pero primero debéis saludarme antes de pedir que solucione vuestros problemas. Para mí, lo más importante es la salvación de vuestra alma, lo demás se añadirá. Vosotros no pedís, mis pequeños, muchos vienen a mí sólo por soluciones a problemas mundanos y no tienen caridad y misericordia para saludarme y alabarme por todas las bendiciones que les doy diariamente. Porque cada día, recibís el don de la vida y sólo esto es suficiente para estar agradecidos con Mi Padre por tan maravilloso don.

Oh, hijitos míos, ¡no podéis comprender que Yo estoy vivo y soy real en el silencio de cada Sagrario! También habito en cada corazón contrito y humillado, en cada corazón puro y limpio. Entonces, ¿por qué me buscáis en las alturas, si habito dentro de vosotros? ¡Ven y no temas, dímelo y háblame, porque te estoy esperando para darte mi paz y mi consuelo!

Hijos míos, soy vuestro Amado, vuestro Padre, vuestro Amigo, vuestro Defensor, vuestro Sustento y Consuelo. Y sobre todo, ¡soy vuestro Dios! Venid, acercaos a mí; contadme y confiadme todos vuestros problemas, sufrimientos y angustias; que si tenéis fe, los resolveré inmediatamente. Ven con el corazón roto y sinceramente y te aseguro que no serás defraudado. Tengo más que darte de lo que tú me pidas.

Estoy en el silencio de cada sagrario cargando con el peso de vuestros pecados; os amo tanto, hijitos míos, que si tengo que volver para morir de nuevo por vosotros, me complacerá hacerlo. Mi amor es tan grande que todo lo perdona; venid a descargar toda vuestra carga de pecados y miserias que yo llevaré por vosotros, venid a mí todos los tristes y afligidos que yo os daré mi consuelo; venid a mí todos los enfermos de cuerpo y/o alma que yo os daré mi curación. Espero a los pecadores de todas las razas, credos y religiones para daros mi perdón y salvación. Venid a mí, porque soy el Pastor Eterno que da su vida por sus ovejas y especialmente por aquellas ovejas que no me conocen o no me aman.

Espero a mis hijos, porque soy la fuente de la Vida Eterna que desea daros Vida en abundancia. Alabadme y pedidme fe, venid a hablar conmigo como amigos y os aseguro que os daré todo lo que me pidáis si es bueno para vosotros y para la salvación de vuestra alma. Mi paz os doy y mi paz os dejo. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios está cerca.

Tu amado: Jesús Sacramentado.

Da a conocer mis mensajes a toda la humanidad.