Mis queridísimos hijos,
Yo veo todo, yo sé todo; nada me está oculto: lo bueno, lo menos bueno y lo malo son todos evidentes para mí, aparentes e imposibles de esconder. Necesito hijos fieles que reparen el daño hecho por aquellos que no me conocen o me desprecian.
Mis hijos que trabajáis y veis todo vuestro esfuerzo borrado en un solo día, mantened la fe, no desesperéis. Yo sé que sois maltratados, quebrantados, incomprendidos y burlados, pero conozco vuestra obra y todo el trabajo que habéis realizado. “El hombre trabajará por el sudor de su frente,” pero no debéis olvidarme. Muchos de vosotros trabajáis en los campos o con vuestros rebaños, pensando en vuestra vida diaria y en vuestro futuro, pero demasiados de vosotros me han olvidado a mí, vuestro Creador, vuestro Salvador. Si perdéis vuestro ganado o el fruto de vuestras cosechas, creedme, si estuvierais más dispuestos a incluirme en vuestra vida diaria, os habría bendecido y protegido contra los demonios que quieren establecer su dictadura.
Francia cristiana ya no es cristiana y está atrayendo sobre sí la ira de mi implacable enemigo quien desea su destrucción porque antes no le pertenecía. Y ahora, al alejarse de la luz e inclinarse hacia las tinieblas, experimenta las dificultades de los ataques demoníacos que se vuelven cada vez más frecuentes.
Lo que actualmente está sucediendo con manadas de vacas y ganado en general es un gran pecado porque no solo es un ataque profundo y malvado contra los agricultores que son sus víctimas, sino también e igualmente contra los animales mismos, ya que mis criaturas están siendo injustamente y maliciosamente asesinadas.
La vida es el don más precioso que he dado a Mis criaturas, y quitársela sin razón válida y en perjuicio de sus dueños, solo para servir una política deseada por un cierto orden mundial, es un crimen. Este crimen será juzgado muy severamente cuando los responsables comparezcan ante Mi tribunal divino. He puesto el amor a los animales en los corazones de los hombres, y este amor, además del trabajo que genera, es legítimo y respetable.
Hijos míos, volved a Mí, llenad Mis iglesias nuevamente, y si no tenéis sacerdotes, venid y orad allí de todos modos. Si muchas iglesias estuvieran llenas cada tarde para el rosario diario seguido del Ángelus, os aseguro que Francia reviviría, la ira satánica sería contenida, y vosotros mismos recuperaríais el equilibrio de una fe renovada.
Hijos míos, no esperéis, orad en vuestras iglesias, volveos a Mí y a Mi Santísima Madre María en gran número. Ella os está esperando y os ayudará, estad convencidos de esto.
Os bendigo a todos y os espero! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo †. Amén.
Vuestro Señor y vuestro Dios
Fuente: ➥ SrBeghe.blog