[EL PADRE ETERNO] Hijos míos, no creáis que sois poderosos, porque no lo sois; no creáis que estáis sin mancha, porque no lo estáis. No creáis que sois más poderosos o mejores que los demás, porque todos sois criaturas que, en su mayoría, rechazan Mi Voluntad, que es divina y vuestra salvación, para cumplir con la suya propia, que es perdición.
El orgullo al que habéis escuchado y glorificado ha roto vuestros hogares, y habéis seguido los pasos y mentiras del Mentiroso, por orgullo, deseo y voluntad de poder, pero ¿qué poder, hijos?
Vine a través de Mi Hijo para enseñaros la entrega a Mi Santa Voluntad, para que entréis en Mis atrios y seáis salvados de los mentirosos y de Satanás, quien siempre merodea buscando destruirte. No habéis escuchado mis advertencias, habéis rechazado mis precauciones, y habéis continuado vuestro camino con descuido y orgullo, ya que os habéis hecho dueños de vuestros hogares, cuando sin Mí no podéis hacer nada. Hijos, sin Mí no podéis hacer nada(1), pero el orgullo dentro de vosotros ha suplantado la sabiduría que había invitado allí, porque escuchasteis la voz del Instigador que os engañó domando vuestro orgullo, y permitisteis ser seducidos. Escuchasteis la voz del Mentiroso quien discretamente acarició el deseo de poder dentro de vosotros y no entregarse. Os digo nuevamente hoy, repito, la materia solo tiene un tiempo limitado, pero el espíritu tiene Eternidad.
No permitáis que os engañen, seduzcan o confundan los Mentirosos. Echad toda complacencia lejos de vosotros. Sin Mí no podéis hacer nada y sin Mí estáis perdidos. Os he mostrado el camino a seguir, que es el de la entrega, que es todo poder y toda gloria en Gloria Eterna, entrega que es el don supremo que os trae Vida, verdadera Vida, aquella que está en Mí, vuestro Padre, vuestro Creador, Creador de vuestras vidas, pero escuchasteis la voz del Maligno, la voz del orgullo y os izasteis por el mástil que se os tendió.
Niños, volved a vuestros sentidos, volvamos al manto de la Gracia que soy para vosotros; regresad a Mis atrios, subid hasta lo alto del mástil de la pobreza, de la simplicidad, del ofrecimiento de vosotros mismos. Alejad de vosotros el orgullo y todos sus parientes que os burlan jugando con vosotros y os llevan por el camino de la perdición, del decadencia. Orgullo, niños, es degradación; orgullo es el manto del descenso al Infierno; orgullo es el veneno del Mal que engaña a Mis hijos para perderlos y arrastrarlos al Infierno eterno.
Así como hay sí y no, fiat y non serviam, así también hay Cielo e Infierno. Así como hay sabiduría, hay inconsistencia, falta de reflexión, ceguera. Niños, no os convirtáis en siervos ciegos del que lleva dentro solo negación y quien, celoso de vuestros privilegios, busca perderos. No seguís a la Bestia cuyo único deseo es perderos porque se ha perdido a sí misma.
Niños, el hombre ha continuado negando Mi Presencia y ha tomado el camino equivocado, así que todos sufriréis por vuestra inconsistencia. La naturaleza se rebelará contra vosotros quienes la habéis despreciado, distorsionado, burlado, herido, degradado y maltratado. A través de su orgullo y exceso, a través de su desobediencia, el hombre ha traído sufrimiento a esta Tierra, y ahora llegará el tiempo para que los elementos se rebelen, mostrandoos que no sois ni amos ni vencedores, y el miedo os abrumará. A través de vuestra desobediencia a Mi Ley del amor, a través de vuestra rebelión, el miedo se convertirá en vuestro lugar de morada y la revuelta se volverá contra vosotros. ¿Qué haréis entonces?
Todos los elementos serán desencadenados. ¿Qué sois, niños? Sois solo un destello pasajero y seréis barridos por el viento!
Venid a Mí y viviréis. Ciertamente, habrá dolor, pero el dolor trae humildad, dulzura y compasión al hombre. Es tiempo, niños, de renacer desde lo Alto, de expulsar la oscuridad de vuestras vidas. ¿Qué haréis frente a los desastres, frente a las devastaciones de la Tierra que habéis herido? Niños, el hombre es pequeño, y en vuestro orgullo no habéis escuchado Mi Palabra de vida, así que sufriréis por los elementos que se desencadenarán, y ante vientos tempestuosos, terremotos y desastres naturales, ¿qué podréis hacer? Cuando haya terremotos, cuando las aguas rompan sus márgenes, cuando los volcanes despierten y erupcionen escupiendo el fuego de Mi Ira, ¿qué haréis?
El pequeño remanente que Me seguirá, lo salvaré, pero también sufrirán, porque pocos han escuchado y puesto en práctica Mi Palabra de verdad; cada uno ha seguido su propio camino cuando debería haber escuchado Mi Voz que, en vuestros corazones y almas, os trajo la Luz de vida, el Yo Soy, la Morada eterna, Vida y Verdad eternas. Venid a la Verdad, hijos míos, y viviréis; venid a la Verdad y daréis fruto; venid a la Verdad y seréis salvados. Solo el Cielo trae verdad, serenidad y paz al hombre y guía sus pasos por el camino correcto.
Escuchad Mi voz, venid a Mí y encontraréis liberación! ¿Podrá el mundo sobrevivir a vuestros milenios de pecados? Hijos míos, la Tierra se rebelará y habrá grandes terremotos, los volcanes despertarán, las aguas desbordarán sus orillas.
Hijos míos, viene el sufrimiento y con él la inseguridad y el miedo; os han advertido. Mantened la fe y que la oración permanezca en vuestros corazones, porque solo la oración os traerá paz y vencerá todos los miedos dentro de vosotros.
No lloréis —y lloraréis!— pero caminad erguidos y con la rectitud de Mi Corazón; poned vuestros corazones en el Mío, para que Yo os guíe, os traiga Mi paz y os dé fuerza ante las mil tormentas que se avecinan. ¡Mantened la fe incluso en todos los peligros!
¡Supervivientes! Seréis supervivientes si Me seguís, si aplicáis Mis mandamientos. Hijos míos, cuando Mi mano descienda, no podréis volver atrás. No volváis atrás, sino avanzad y seguid avanzando, incluso en las tormentas más violentas, y Yo estaré a vuestro lado.
Yo soy el Rey de reyes, yo soy el Yo Soy, yo soy vuestro Padre, Creador y Maestro del Universo; yo soy el Amor que llama al amor. Escuchad Mi Voz, seguid Mi Camino y viviréis y caminaréis en Mi Sendero.
(1) Cf. [ Jn 15 :5]
Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr