Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
jueves, 29 de septiembre de 2005
Vuelve hacia tu Madre Celestial con todo aquello que te oprime, pero también con todo lo que te da alegría. Nunca habrá un día en el que ella te deje solo/a. Ella cuida de ti como una estrella. Acércate a la Santísima Virgen y conságrate a Ella en una consagración diaria con esta oración: "Oh Señora mía, Oh Madre mía, a Ti me ofrezco por completo y para mostrarte mi devoción, te consagro hoy mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón, todo lo que soy, porque Te pertenezco, oh buena madre, así que guárdame, protégeme como Tu bien más preciado. Amén."
Fuentes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.